Datos Generales

La Parroquia  «Los Andes»

Límites generales:

Al Norte: Parroquia de García Moreno

Al Sur: Parroquia de Ambuqui y cantón Pimampiro en la provincia de Imbabura y con la parroquia de Monte Olivo del cantón Bolívar.

Al Este: Bolívar, cabecera cantonal

Al Oeste: Parroquia de San Vicente de Pusir.

Límites geográficos censales:

Al norte: Desde los orígenes de la quebrada Grande, una línea imaginaria hasta alcanzar las nacientes de la quebrada Pailón.

Al Este: El curso de la quebrada Pailón, aguas abajo, desde sus orígenes, hasta la desembocadura de la quebrada Chillarán, punto desde el cual la primera toma el nombre de quebrada de Duendes, hasta su confluencia con el río Apaquí. El río Apaquí, aguas abajo, hasta su desembocadura en el río Chota.

Al Sur: El curso del río Chota; aguas abajo, hasta la altura meridional de El Tablón.

Al Oeste: Desde dicho punto del río Chota, la línea imaginaria, que pasando por El Tablón, va hasta la desembocadura de la quebrada El Baño, en la quebrada El Salado; desde esta confluencia una línea imaginaria hasta la cumbre de la loma Tuitapiz; y, desde allí en la misma dirección hasta interceptar la quebrada Potrero Grande, por esta quebrada, aguas arriba, hasta sus orígenes.

Aspecto geográfico.-

La cabecera parroquial de Los Andes se localiza en el extremo sureste de la provincia del Carchi y este del cantón Bolívar. Forma parte de la llamada escorrentía geológica que se inicia en el cerro Cerotal y la Loma de El Colorado en las proximidades de la parroquia de García Moreno y se extiende hasta el río Apaquí. Por este motivo, el territorio jurisdiccional se ubica en la meseta formada entre el llamado Nudo de El Ángel y el Contrafuerte del Mirador, asentándose en la escorrentía del Apaquí o Cambi.

Desde el punto de vista geológico, la composición del suelo es diverso y se compone de tobas volcánicas y minerales, especialmente de cangagua, razón por la cual en la zona se

(4) Amílcar Tapia, Monografía histórica de San Rafael de Bolívar, Ibarra, Grafín, 2007.

encuentra que el 30% de su territorio parroquial está compuesto por este material que es propio de la estructura de la cordillera Oriental, formada en el período Pio Cuaternario.

El principal accidente geográfico es la llamada «Loma de Cabras», la misma que corresponde a una elevación que es una prolongación geológica del cerro Cerotal y que se extiende hasta el valle del Chota. La presencia de esta formación permite una ligera modificación del clima, ya que evita la acción de los vientos fríos provenientes del páramo de El Ángel, así como de las corrientes cálidas que llegan desde el valle del Chota, razón por la cual el clima de Los Andes es muy benigno, lo que permite que la producción agrícola sea excelente, particularmente de gramíneas y cereales, cuya calidad en el mercado local y provincial es muy reconocida.

Las lomas que hallamos son las siguientes: Loma de Cuaspud, Loma de San Vicente, Loma de Cabras, Loma de Cayalés, Loma de Tutapiz, Loma de Almulchín y Loma La Chorrera

Ríos: Chota y el Apaquí como correspondientes al límite parroquial. Quebradas: Pailón, Chillarán, Duendes, El Baño, Chulunguasi, Salado y Potrero Grande.

Posición geográfica: 77° 53′ W (longitud). Tiene una altitud de 2.550 metros. s.n.m.

Aspecto poblacional:

Según el Ministerio de la Vivienda, en la parroquia de Los Andes existen 610 unidades habitacionales, en las cuales residen 2.280 habitantes, aproximadamente. (5)

La parroquia tiene una extensión de 62.03 Km2 con una densidad de 39,55 habitantes por km2.

Es importante analizar el hecho de que la disminución poblacional en relación con los censos y análisis de años anteriores, tiene su justificación, toda vez que en la parroquia no hay fuentes de trabajo en donde ocuparse sobre todo las nuevas generaciones, quienes se ven obligadas a emigrar a ciudades inmediatas, especialmente Ibarra, a donde acuden por motivos de estudios secundarios y universitarios, luego de lo cual ya no regresan a su lugar natal, causa por la que los habitantes cada día disminuyen más con los respectivos agravantes.

Barrios y comunidades de la parroquia:

Al norte: Loma de Cuaspud, Llano Grande, Loma de Cayalés, Dominga, El Ejido, La Loma, El Salto, Mumiar Alto.

Al sur: Tutapiz, Loma de Almulchín, La Cruz, La Piedra, Loma de Cabras, Hacienda de Chulunguasi, Loma La Chorrera, San Francisco de Villacis, La Mira, Hacienda El Izal, Cúnquer, Hacienda Yunques, Izal Viejo, La Planada Chorlines, El Tablón, El

(5) Ministerio de la Vivienda, Quito, Informe del año 2008. Apreciaciones informales

Pilcacho, hacienda Garbanzal, San Pedro, Hacienda Vieja, Loma de San Vicente, San Agustín, Santa Inés, Piquiucho, Apaquí y Corral Viejo.

Aspecto histórico.-

El pasado de la actual parroquia de Los Andes está matizado por una serie de aspectos que desde el punto de vista regional pasarían desapercibidos debido a que los hechos se dieron en un espacio territorial pequeño si comparamos con la dimensión territorial que le rodea, toda vez que asuntos como la «Guerra de Cabras» o «El combate del socavón de Cúnquer» realizados en el siglo XIX en las épocas de mayor conflicto político entre liberales y conservadores, hacen suponer que los habitantes de este pequeño pueblo fueron testigos de violentos combates militares que el tiempo se ha encargado de olvidarlos; sin embargo, en los anales patrios, el nombre del pueblo de Mumiar flota vigoroso en espera de que una mano generosa lo reivindique para conocimiento de las presentes y futuras generaciones.

Etimológicamente, la palabra Mumiar no tiene acepciones desde el punto de vista toponímico o antroponímico, sino que corresponde a un apellido, cuya existencia asoma por primera vez al año de 1748 y corresponde a un documento testamentario perteneciente a Juan Mumiar quien deja a su hijo Andrés Chulde dos caballerías (20 has.) en el sitio Yungues.(ó)

Parece que el origen del apellido Mumiar es de procedencia Caribe, ya que en el pueblo de Mallama-Nariño, uno de los caciques de la región tenía por nombre Mateo Mumiar y decía «llamarse así por haberlo recibido de su padre Juan Mumiar propio de la región de los altos bosques…». Esta zona correspondía conforme a lo que afirma Nicolás Heras, a la región caribeña del Atlántico. (7)

Lamentablemente no hay indicios documentales en archivos parroquiales, ni siquiera de la iglesia de Puntal, cuyos libros ventajosamente aún se conservan en el archivo de la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación de Puntal, sino que todo debe remitirse a la Notaría Primera de Ibarra, en la cual hay varias evidencias sobre el apellido Mumiar y su presencia en el pueblo del mismo nombre. Por lo tanto, parece que uno de los primeros caciques, al tiempo que organizadores de la reducción (pueblo inicial), fue el citado Juan Mumiar, quien, posiblemente, en el citado año de 1784 o quizá mucho antes, tuvo el encargo de establecer un pequeño núcleo poblacional con fines de recolección de impuestos y enseñanza de la doctrina cristiana.

En 1790, Lucas Mumiar, probablemente hijo de Juan, pide apoyo al cacique Andrés Paspuel Tusa, principal del pueblo de Tusa, para afrontar un juicio instaurado por Francisco Heredia, natural del pueblo de El Ángel, quien se apropió de tierras comunales ubicadas en el sitio El Ejido de la Cangagua y dice «…pido la ayuda de vos mi señor natural para que ampares a estos angustiados moradores del pueblo que

  1. Notaría Primera de Ibarra, Testamentos y escrituras de la provincia de los Pastos, años 1784-1795, Tomo VI, folio 35.
  2. Nicolás Heras, Los Caribes, Caracas, Imprenta de Luis Nazur, 1934, p. 45.

llaman de Mumiar ante el abuso del citado Feo. Heredia quien se apropia todos los días de nuestras tierras y no permite que pasten nuestros ganados…» (8). Con esto se comprueba que se hallaban sujetos, como todos los principales de la comarca, a la autoridad de los García Paspuel Tusa que residían en el pueblo de Tusa; sin embargo, desde el punto de vista jerárquico, los caciques de Puntal tenían injerencia directa en esta región, luego de lo cual, las novedades se ponían en conocimiento de los señores de Tusa para su resolución, particularmente lo vinculado con problemas de tierras.

No tenemos noticia alguna de novedades suscitadas en el período colonial, excepto una demanda de tierras planteada por Ismael Querembás, principal de Mumiar contra fray José Muñoz, en el año de 1707, por cuanto este religioso que era cura doctrinero de Puntal se había adjudicado unas caballerías de tierras en el sitio La Piedra, que eran de propiedad comunal. El Corregidor de Ibarra obligó a este fraile a volver las posesiones a los legítimos dueños y con ello concluyó el problema.

Desde el punto de vista religioso, el anejo de Mumiar, como así era llamado en términos legales, se hallaba bajo la administración de los religiosos mercedarios, quienes eran los responsables de la doctrina del pueblo de Nuestra Señora de la Purificación de Puntal. En estas circunstancias, una de las primeras noticias que existen sobre los habitantes de este anejo, la encontramos, en una partida bautismal que dice: «En este pueblo de Ntra. Sra. de la Purificación del Puntal, a los diez y ocho días del mes de septiembre de mil e setecientos y cincuenta años, bautice y puse chrisma a María Baltasara Tarambís, hija de Juan Tarambís y María Itás, naturales del anejo de Mumiar…» (9)

Como hemos señalado líneas atrás, la única referencia que existe sobre la presencia de los mercedarios en este lugar es el juicio seguido por los principales de la comarca en contra de fray José Muñoz en el citado año de 1707. (10)

En el período de la independencia, entre los soldados que participaron en las guerras de la emancipación se encuentran José Luis Tapia, Nicanor Andrade y Celestino Burgos, todos ellos naturales del anejo de Mumiar. (11)

Ya en el período republicano, el anejo de Mumiar perteneció administrativamente al pueblo de Puntal que formó parte del cantón Tulcán que se creó el 11 de abril de 1851.

Elevación a la categoría de vice parroquia.

Los habitantes del pueblo de Mumiar, presididos por los señores Esteban Chacón y José Hidrovo, fueron recibidos el 14 de marzo de 1877 por el señor Facundo Acosta, presidente del I. Municipio de Tulcán, con el objeto de solicitarle considere la posibilidad de que se erija al caserío de Mumiar como parroquia civil. Este pedido fue

  1. Notaría Primera de Ibarra, Pleitos y litigios. Provincia de los Pastos, años 1784- 1795, Tomo V, folio 89.
  2. Archivo de Nuestra Señora de la Purificación de Puntal, Libro Cuarto, años 1739-1764, folio 52

(10) Archivo del Convento Máximo de la Merced de Quito, Encomenderos,  Provincia de los Pastos, Tomo III, folio 115.

(12)Juan Fernando Hinojosa, Los ejércitos del Libertador, Caracas, Imprenta de Luis de Perera, 1915, p. 76

aceptado y el presidente se comprometió a estudiar el caso. Llevaron cartas del padre Octaviano Narváez, párroco de Puntal, al tiempo que uno de los personajes religiosos más influyentes de su época en el ámbito cantonal. (12)

Efectivamente, a los pocos días, el señor Facundo Acosta trató el tema en sesión del 1 de mayo de 1878 y solicitó a la corporación cantonal analizar la elevación a la categoría de vice parroquia del anejo de Mumiar, tal como consta en actas del I. Municipio de Tulcán en los siguientes términos:

«Reunida con los señores Presidente Facundo Acosta, Aparicio Burbano, Daniel Acosta, Darío Acosta, y el infrascrito Secretario. Se declaró abierta la sesión.

Se dio lectura al proyecto de Acuerdo presentado por el señor Jefe Político, relativo a que se dividiera la cabecera del cantón en dos parroquias por constar de bastantes habitantes, capaces de desempeñar los cargos exigidos por la Ley, esto es que, al dividir en dos parroquias se reconozca con los nombres de San Miguel y San Francisco de Tulcán; y además que la Vice parroquia de «Pialalquer» se eleve a parroquia civil, jurisdicción de la parroquia de Tusa y «Mumiar» jurisdicción de la parroquia de El Puntal se declare en Vice parroquia puesto que, los habitantes que componen aquellos lugares reúnen las circunstancias y posibilidades de ejercer las funciones administrativas.

Puesto en discusión, se aprobó en primer debate, disponiendo, que luego que se resuelva con arreglo a la Ley por la Corporación, se ponga en conocimiento del Poder Ejecutivo a fin de que tenga su aprobación y debido cumplimiento.

El señor Darío Acosta dijo » que para la división de la Parroquia Central en dos parroquias, debía constar su delimitación, a lo que se resolvió que facultaban al señor Presidente para que verificara la división territorial de la parroquia entre San Francisco y San Miguel, Pialalquer y la Vice parroquia de Mumiar y, concluida que fuese se someta al conocimiento de la Junta lo que con apoyo de los demás Concejales se aprobó» fs) Facundo D. Acosta, Daniel Acosta, Darío Acosta, Amador Cárdenas, Aparicio Burbano, Daniel Jaramillo, Emeterio E. Burbano, Secretario» (13)

El 4 de mayo, del mismo año, los miembros del Concejo Cantonal vuelven a reunirse y definen lo siguiente:

«Con asistencia del señor Síndico Procurador, Daniel Jaramillo, Amador Cárdenas, Aparicio Burbano, Daniel Acosta y el infrascrito Secretario se leyó y aprobó el acta anterior.

Se llamó a segunda discusión el proyecto presentado por el señor Jefe Político para elevar a la parroquia Tulcán, Pialalquer y Mumiar a Vice parroquias Civiles, y pasó a tercera discusión. Abierto el debate sobre el proyecto relacionado se aprobó, después de lo cual se levantó la sesión, fs.) Facundo D. Acosta, Daniel Jaramillo, Emeterio E.

(13)Archivo parroquial de Nuestra Señora de la Purificación de Bolívar. Cartas y varios, Tomo II, Años 1876-1890, folio 98. (13) Archivo del Ilustre Municipio de San Miguel de Tulcán, Libros de Actas y Comunicaciones, correspondientes a los años de 1877 y 1879, libro 24, folio 95 y siguientes.

Burbano, Secretario. Continuación del mismo tema:

Con asistencia de los señores Jaramillo, Cárdenas, Burbano, Acosta Daniel, Darío Acosta y el Infrascrito Secretario, se dio lectura al acta anterior y fue aprobada, quedando cerrada la aprobación del proyecto en que se elevan a parroquias San Miguel y San Francisco de Tulcán, Pialalquer y a Vice parroquia de Mumiar, en tercera discusión con lo que y no habiendo otra cosa que tratar se levantó la sesión y firman de que certifico. Fs. Facundo D. Acosta, Amador Cárdenas, Aparicio Burbano, Daniel Jaramillo, Daniel Acosta, Emeterio E. Burbano, Secretario» (14)

Es muy importante señalar que en la sesión del 4 de agosto de 1878, por vez primera se delimitan los linderos de la nueva parroquia del cantón Tulcán, razón por la que, por tratarse de un tema absolutamente necesario para la historia local, así como para la provincial, ya que se determina la división territorial, transcribimos en forma íntegra el documento respectivo a fin de tener una evidencia de primera mano sobre tan importante hecho.

«Límites de las parroquias de Tulcán.

Sesión Extraordinaria del 4 de Agosto de 1878

Presidida por el señor Facundo D. Acosta, los señores Consejeros Amador Cárdenas, Aparicio Burbano, Daniel Acosta, Síndico Procurador Daniel Jaramillo y el Infrascrito Secretario.

El señor Presidente mandó se diera lectura al acta de la sesión anterior, la misma que fue aprobada.

Enseguida, el señor Presidente expuso que había convocado la presente sesión extraordinaria con el objeto de dar cuenta de la comisión que se había confiado para la hacer la «División Territorial de las nuevas parroquias». En efecto, mandó a leer el acta del plan de división cuyo tenor es de la siguiente manera:

Ilustre Concejo Municipal

El infrascrito, correspondiendo a la confianza que me hizo la respetable Corporación, facultándome para que hiciera la división territorial de la nueva parroquia San Francisco de Tulcán, dividiéndola de la parroquia de San Miguel del mismo nombre; de la parroquia de Pialalquer, separándola de sus límites territoriales de las de Tusa y por último para señalar los linderos de la Viceparroquia de Mumiar, tengo el honor de presentar ante el ilustrado criterio de los señores Concejales, la división que he hecho y es de la siguiente manera:

Los linderos de la parroquia de Pialalquer son, por el lado de Puntal, los mismos antiguos con quien deslindaba Tusa y, la división con Tusa es la quebrada de «El Capulí», tomando quebrada arriba hasta dar con los linderos de El Ángel y quebrada

(14) Ibíd. Municipio de Tulcán, folio 104.

abajo hasta dar con el río Cuasmal, entrando en esta jurisdicción la hacienda «Pizán» y más caseríos que se hallan al río.

La Vice parroquia de «Mumiar», queda dividida de la parroquia de «El Puntal» en los mismos términos que ha estado dividida eclesiásticamente, es decir, comprendiendo los linderos de los vecindarios de Mumiar, Puntales, Cúnquer, Chalguar y Tinajillas, siendo el centro Mumiar.

Esta es, Ilustre Corporación, la división que me ha parecido más a propósito, considerando las circunstancias de cada una de las parroquias, si en ella encontraréis algún defecto, podéis enmendarlo, según el juicio que hagáis de él.

Se leyó el proyecto de límites de las parroquias de San Miguel y San Francisco de Tulcán, los linderos de Pialalquer, la división de la Vice parroquia de Mumiar, y sometido que fue a la consideración del Ilustre Concejo, fue aprobada, dando las más expresivas gracias al señor Jefe Político, por el buen desempeño en la comisión que se le ha encomendado, con lo que se declaró cerrada la sesión. Fs.) Facundo D. Acosta, Amador Cárdenas, Daniel Acosta, Aparicio Burbano, Daniel S. Jaramillo, Emeterio E. Burbano, Secretario.» (15)

El 24 de diciembre d 1879 se nombra por vez primera a un juez civil de la vice parroquia de Mumiar, recayendo esta dignidad en la persona del señor Esteban Chacón y como juez suplente al señor José Hidrovo. (16)

El 19 de noviembre de 1880 se crea la Provincia de Veintimilla» en honor al presidente Ignacio de Veintimilla, nombre que perduraría hasta el año de 1884 en que se cambió de nombre por el de Carchi.

El 24 de diciembre de 1880, los señores Vidal Grijalva y Lino Grijalva son designados como jueces civiles, principal y suplente, respectivamente y quienes desempeñarían un papel muy importante, ya que con la ayuda del misma padre Octaviano Narváez, pariente lejano del señor Tomás Fierro, nuevo presidente del Concejo Municipal de Tulcán, le solicita se designe oficialmente como parroquia civil al pueblo de Mumiar, pero cambiándole de nombre por el de San Pedro de Piquer.

El padre Narváez, se dirige en estos términos al señor Fierro: «Puntal, a 14 de mayo del año de 1881. Mi estimado Tomás. Te remito esta misiva con los señores Grijalva, quienes son entrañables amigos i vecinos de esta mi parroquia de Puntal. Deberás saber que el señor Vidal Grijalva es propietario de la hacienda San Francisco i el señor Lino posee la hacienda de Garbanzal, por lo que son dos distinguidos ciudadanos de mi jurisdicción. Ellos ostentan la honorífica función de jueces civiles i como sabrás entender su misión es administrar justicia que la cumplen a cabalidad.

Hemos visto que lo conveniente sería que cambien de nombre por el de San Pedro en honor a nuestro santo Apóstol i le apliques el término final de Piquer para distinguir de otros pueblos con el mismo nombre. Piquer es una acequia muy grande que trae su agua desde la parte alta de la quebrada de Chulunguasi i es muy tradicional en este medio, de allí que es un nombre que podríamos sugerir salvo tu mejor criterio.

Te aviso que dejo Puntal en los próximos días y me retiro a vivir a Ibarra por razones de clima, ya que mi edad y enfermedad así lo exigen. Saludos a la Chabiquita y a tus hijos.

Mis bendiciones

Affmo. en el Señor-

Octaviano, Pbro.»(17)

Este pedido fue aceptado y sin otra consideración, así aparece con este nombre en la sesión del 25 de diciembre de 1881, en la cual se designan a las autoridades llamados jefes civiles, siendo electos por la nueva parroquia los señores Nicanor Osejos y José Alemán.

Como una nota curiosa desde el punto de vista histórico, la mencionada quebrada de Chulunguasi fue muy antigua y parece existió desde el tiempo de los incas a juzgar por la descripción que de la doctrina de Puntal hizo el padre Francisco Rodríguez Pardo, quien fue doctrinero de Puntal en el año de 1696. Este fraile señala que …»hay una gran acequia que trae sus aguas desde la parte alta de una quebrada profunda que llaman de Chulunguasi y que viene desde el cerro de Ángel y que los naturales le llaman Piquer desde el tiempo de su gentilidad …” (18)

Cuando hubo el terremoto del 15 de agosto de 1868 y que destruyó casi por completo pueblos y ciudades de las provincias de Imbabura y Carchi, esta acequia también se destruyó, tal como lo informara el párroco de Puntal al obispo de Ibarra en septiembre del mismo año. (19)

En la misma sesión del 25 de diciembre de 1881, el concejo cantonal de Tulcán, designa a los miembros de la junta parroquial de San Pedro de Piquer, nombre que asoma por vez primera en los libros municipales. Ellos fueron: Principales: Ramón Carrillo, Zoilo Narváez, Pedro Simbaña y Ángel Rosero. Suplentes: David Sánchez, Ramón Freiré, José Alemán y Camilo Pavón. (20)

(17) Archivo personal Tapia. Fuente: documentos de José Ignacio Pavón, 1985.

(18) Archivo del Convento Máximo de la Merced de Quito, Informes de doctrineros. Provincia de los Pastos, Pueblo de Nuestra Señora de la Purificación de Puntal. Comendadores, Vol. IV, folio. 54.

(19) Informe del padre Luis Genaro Arciniegas, teniente de cura de Puntal al Vicario General del Cabildo Diocesano de Quito, Monografía de Ibarra, Colección Amigos de Ibarra, Roberto Morales, compilador, Ibarra, 2008.

(20) Ibíd. Municipio de Tulcán, año 1881.

El 17 de abril de 1884, cuando se cambia el nombre de la provincia de Veintimilla por la del Carchi, conforme lo señala la Ley de División Territorial del 23 de abril del mismo año, publicada en el folleto 1884, página 99, señala que:

«Art. 2.- La Provincia del Carchi la forma el Cantón de Tulcán; y éste contiene las parroquias de Tulcán, San Francisco, Huaca, San Gabriel, Puntal, El Ángel, Mira, San Pedro de Piquer, San Isidro y La Concepción.» (21)

El 27 de septiembre de 1905, se crea el cantón Montufar. En lo pertinente, dice:

Art. 1.- Elevase a la categoría de cantón, las parroquias de «San Gabriel», «La Paz», «Puntal», «San Isidro», «Mira» y «San Pedro de Piquer».

Una vez que triunfó la revolución liberal en 1885, se designa por vez primera los llamados tenientes políticos en todas las parroquias del Ecuador. Para el caso de Mumiar, el señor Luis Chiriboga ejerció esa dignidad, siendo además secretario el señor Bertulfo Reina y jueces parroquiales los señores Manuel Grijalva y Ángel Andrade. (22)

Para 1912 encontramos como teniente político al señor Benigno Tapia y secretario al señor Carlos Reina, quienes conjuntamente con los señores Vidal Grijalva, Segundo Andrade, Telésforo Suárez y Miguel Tarambís se dirigen mediante carta al presidente del Municipio de Montufar para solicitarle el cambio de nombre de la parroquia de San Pedro de Piquer por el de Los Andes. El documento señala lo siguiente:

«San Pedro de Piquer, 11 de febrero del año 1912.

Señor

Zoilo Miguel Oña

Presidente del I. Municipio de Montúfar San Gabriel.-

Muy señor nuestro:

Los habitantes de la parroquia de San Pedro de Piquer, pertenecientes a la jurisdicción cantonal que usted se honra en presidir, nos hemos reunido en magna asamblea para solicitar el cambio de nombre de nuestra parroquia por cuanto el nombre asignado no corresponde a nuestra realidad histórica y geográfica y ello va en desmedro de nuestra condición como hombres libres y amantes de la libertad y el progreso.

Hemos resuelto, luego de consultar con varios ciudadanos de nombre y prestigio como el coronel Antonio Grijalva, el presbítero Segundo Benítez, párroco de Bolívar, el profesor Alejandro Armas y otros personajes, sobre la conveniencia de llamarlo Los Andes, ya que nuestro pueblo se halla encumbrado en los altos de las montañas carchenses y deseamos sea distinguido por este nombre geográfico, el cual hace honor a nuestra realidad y posición dentro de la cordillera de Los Andes

  1. Archivo del Palacio Legislativo. Provincia del Carchi, Registros Oficiales varios años.
    1. Archivo del ministerio de Gobierno y Policía, Nombramientos de tenientes políticos. Años 1886-1889. Provincia del Carchi, folio 165.

Por otra parte, apelamos a la gran sensibilidad de usted y los señores concejales para que acepten nuestra propuesta, ya que insistimos no estamos conformes con el nombre impuesto desde 1881 y que se debió a una idea de personas que si bien buscaban el bien de nuestro pueblo, no depararon en la importancia de su designación, por ello insistimos en nuestro pedido.

Tenemos la seguridad de que esta solicitud de los habitantes de la parroquia será bien aceptada por todos ustedes, motivo por el que desde ya agradecemos su fina y particular atención.

Atentamente

Benigno Tapia,                                        Carlos Reina

Teniente Político                                 Secretario de la Tenencia Política» (23)

(Firman cincuenta personas más, incluido el párroco de Bolívar)

El Concejo Municipal de Montúfar, en sesión del 1 de octubre de 1912, decidió aceptar el pedido de los moradores de San Padre de Piquer y cambió el nombre por el de parroquia de Los Andes como se le conoce hasta nuestros días. (24)

La parroquia de Los Andes perteneció hasta el 12 de noviembre de 1985 al cantón Montúfar, luego de lo cual forma parte del cantón Bolívar.

Por considerarlo de interés pedagógico y ciudadano, transcribiremos en forma íntegra el decreto de cantonización de Bolívar.

«No. 11 Congreso Nacional El Plenario de las Comisiones Legislativas Considerando:

Que la parroquia de Bolívar, de la jurisdicción del cantón Bolívar, provincia del Carchi, ha logrado un alto nivel de desarrollo y progreso especialmente en lo urbanístico, industrial, agrícola y comercial;

Que es deber del Estado Ecuatoriano estimular a los pueblos que han demostrado trabajo creador y permanente afán de progreso, dándoles las posibilidades de administrarse por si mismos;

Que la petición cumple con todos los requisitos que exige el Art. 4 d la Ley de Régimen Municipal y sus reformas publicadas en el Registro Oficial No. 30 de 25 de octubre de 1985.

Que luego de haberse realizado una detenida y exhaustiva investigación d la realidad geográfica, humana, económica y política de la parroquia Bolívar, se ha llegado a la conclusión de que es conveniente elevarla a la categoría de Cantón; y,

  1. Archivo Municipal del cantón Montúfar, San Gabriel. Acta de sesiones y varios, 1910-1912,
  2. Ibíd. Sesión del 1 de octubre de 1912

En ejercicio de sus facultades constitucionales, expide la siguiente Ley de creación del cantón Bolívar.

Art. 1.- Créase el cantón Bolívar en la provincia del Carchi, cuya cabecera cantonal será la parroquia del mismo nombre.

Art. 2.- El cantón Bolívar, estará integrado por la parroquia de Los Andes, García Moreno, Monte Olivo y san Vicente de Pusir.

Art. 3.- Los límites del Cantón Bolívar serán:

AL NORTE: De la afluencia de la quebrada El Aperreadero en el río El Ángel, el curso de esta quebrada, aguas arriba, que luego toma el nombre de quebrada de Taupe, hasta sus nacientes de coordinas geográficas 3°34’50» de latitud norte y 77°55’57» de longitud occidental; de dichas nacientes, una alineación al Nor-Este hasta alcanzar la cima del cerro Cerotal; de dicho cerro, la línea de cumbre al Nor-Este hasta la cima de la loma del Colorado; de la loma del Colorado, una alineación al Sur-Este, hasta los orígenes de la quebrada Cuesaquita, de coordenadas geográficas 0°35’08» de latitud norte y 77°54’40» de longitud occidental.

AL ESTE: De los orígenes de la quebrada de Cuesaquita, el curso de dicha quebrada, aguas abajo, hasta su afluencia en el río Túpala; de esta afluencia, el curso del río Túpala, aguas abajo, hasta la afluencia de la quebrada Carrizal; de dicha afluencia, la quebrada Carrizal, aguas arriba, hasta sus nacientes de coordenadas geográficas 0°26’43» de latitud norte y 77°49’19» de longitud occidental; de estas nacientes, una alineación al Sur-Este hasta alcanzar la cima del cerro Mangús, la línea de cumbre al Sur-Este, hasta su unión geográfica con la Cordillera de Los Andes, continuando por esta Cordillera hacia el sur, que pasa por las nacientes de los formadores de la quebrada de San Rafael, y de los ríos San Antonio y San Miguel hasta las nacientes de la quebrada formadora sur de la quebrada Espejo, de coordenadas geográficas 0°21 ’21» de latitud norte y 77°48’15 de longitud occidental.

AL SUR: De las nacientes de la quebrada formadora sur de la quebrada Espejo, el curso de dicha quebrada, aguas abajo, continuando por la quebrada Espejo, hasta su afluencia en el río Córdova; de dicha afluencia, el río Córdova aguas abajo, que luego toma el nombre de Escudilla, hasta su confluencia con el río Mataquí, formadores del río Caldera aguas abajo hasta su confluencia con el río Apaquí, formadores del río Chota; de esta última confluencia, el curso del río Chota, aguas abajo, hasta la afluencia del río El Ángel.

AL OESTE: De la afluencia del río El Ángel en el río Chota, el curso del río El Ángel, aguas arriba, hasta la afluencia de la quebrada El Aperreadero.» (25)

Aspecto religioso:

Desde el punto de vista religioso, la parroquia de Los Andes era vice parroquia y dependía del servicio pastoral de los párrocos de Bolívar hasta el año de 1912 en que por razones del cambio de nombre, el obispo de Ibarra elevó a la categoría de parroquia eclesiástica al nuevo pueblo de Los Andes; sin embargo, no se designó al primer párroco por diversas razones, especialmente las vinculadas con la falta de un convento e iglesia parroquial, ya que apenas existía una pequeña capilla que estaba levantada en la plaza central del poblado. Debió esperarse cerca de 30 años para en que llegara como sacerdote pedáneo el padre León Pío Bravo, quien también ejercía funciones de párroco en El Ángel. Más tarde es designado como primer sacerdote el padre Aureliano Acosta, con residencia en Bolívar. Los libros parroquiales nada dicen de ello, por cuanto el cambio de presbíteros era frecuente debido a que el pueblo era relativamente pequeño y no tenía las condiciones para ofrecer garantías para un clérigo permanente.

Existe un dato relacionado con la antigua capilla que fue reconstruida en 1869 luego del fatídico terremoto que asoló a Ibarra y toda la región norte del Ecuador, dato que puede incluso ayudarnos a esclarecer la devoción a San Bartolomé Apóstol.

El padre Luis Genero Arciniegas, teniente de cura de Puntal, informa en diciembre de 1868 al Vicario General del Cabildo Diocesano de Quito, sobre los daños ocurridos con ocasión de esta catástrofe que destruyó los pueblos particularmente de la provincia del Carchi. Para el caso de Puntal señala que «La noche del 16 de agosto constituyó para nosotros como sacerdotes una de las más duras pruebas de nuestra vida porque estuvimos a punto de perecer como resultado del siniestro terremoto, en donde parecía que el mundo giraba y todo se venía para abajo. Tuvimos que salir despavoridos y en ropas menores guarecernos de palos, piedras y tierra que se desprendían del techo y las paredes. Justamente frente a la iglesia parroquial se abrió una enorme grieta que daba pavor solo mirarla.           Los puentes de Cuarantún y Pistud están acabados y destruidos.

No hay como comunicarse en forma breve.. .con Ibarra. La fuente de agua del Aguacate está cortada por los reventazones y la gente debe hacer largos recorridos para abastecerse de agua….» (25) Con ello se demuestra la magnitud de la desdicha que prácticamente acabó con la vida de más de 50.000 personas en toda la zona comprendida entre Cayambe  y Tulcán.

El padre Alfonso Armendáriz, secretario del Cabildo Diocesano de Quito, contesta la carta al padre Arciniegas en marzo de 1869 y le pide que detalle un poco más sobre los daños acaecidos en cada una de los lugares y que refiera el estado en que quedaron luego del sismo.

El citado clérigo responde, entre otros términos, lo siguiente: «…… para el caso del anejo

de Mumiar que para este año no tendrá más de unas quinientas almas y cuyo origen como asiento es muy remoto, ya que se dice que su propio nombre es antiquísimo, ha sufrido también el embate de la naturaleza. Un sesenta por ciento de las casas están semidestruidas y las que más acabadas. La vertiente de agua llamada «La Victoria» y que provenía de una de las quebradas de la zona, está desaparecida. Las gentes se ven obligadas a buscar agua en un nacedero que se localiza al sur del poblado en el sitio conocido como Diviso o La Cruz…la pequeña capilla está en el suelo y ahora con la ayuda de Melquíades Néjer, descendiente del antiguo señorío de los Néjer de esta pueblo ha ofrecido la suma de doscientos pesos para reconstruirla, valor significativo

(25)Amílcar Tapia, Monografía de Ibarra, Tomo V, Publicación de la Sociedad Amigos de Ibarra, Ediciones La Verdad, 2007, p. 288

que solo es producto del buen corazón de este buen cristiano quien dice fue salvado de la muerte cuando invocó a san Bartolomé Apóstol la noche del terremoto.

De entre los restos de la capilla se ha podido extraer un cuadro destruido del santo apóstol que se hallaba en el altar mayor de la misma. Dicen los habitantes sobre todo Emperatriz Andrade, que el voto a esta devoción es muy antigua, ya que parece que en la época colonial hubo una tremenda sequía que acabó con todas las sementeras de la zona y que entonces acudieron ante los curas de Puntal para buscar asesoramiento y ponerse bajo el amparo de alguna advocación especial. El padre Bartolomé Larraispura les sugirió que se pusiesen bajo la protección de su santo patrono, por cuanto fue uno de los primeros mártires y apóstoles de Ntro. Sr. Jcrto., y que él les había regalado un cuadro que lo mantenía junto a su cabecera….» (26)

Consultado el archivo parroquial de Puntal y revisada la nómina de los párrocos y tenientes de cura de este lugar, se encuentra el nombre del padre fray Bartolomé Larraispura, quien prestó sus servicios en esta doctrina entre agosto de 1765 y diciembre de 1766, razón por la que suponemos es el origen de la devoción a San Bartolomé.

En la lista de inventarios de la iglesia, capellanías y capillas del pueblo de Puntal para 1795, se dice: «Anejo de Mumiar» Capilla pobre y estrecha, sin paramentos sagrados ni otros bienes de valor. Visita el cura dos veces por año: una por la fiesta de San Bartolomé Apóstol en agosto, ocasión para recoger los diezmos y la otra en diciembre para honrar a la Virgen Inmaculada. Existe un pequeño cuadro de San Bartolomé obra de un fraile mercedario que doctrinó Puntal hace varios años. Se halla en mal estado por la humedad y mal trato de que es objeto por no tener cubierta o protección….» (27)

Se supone, entonces, que efectivamente los habitantes del lugar lograron que se pase fiesta a San Bartolomé en agosto de cada año, siendo con seguridad el inicio de las fiestas locales.

Para 1835, el obispo de Quito dispone se haga un inventario de todas las iglesias de la diócesis «para saber el estado y conservación de las mismas». Para el caso de Mumiar el cura Juan Frías, párroco de Puntal informa que » en tratándose de los lugares de este mi curato informo a S.S. que       en cuanto al sitio que llaman de Mumiar la capilla fue destruida por un incendio en agosto de 1831 luego de velar a la imagen de San Bartolomé, por lo que no hay razón de entregar informe. Se halla en cimientos una nueva y modesta construcción de paja, adobe y tapiales todo esto gracias a ¡a contribución de Manuel Néjer y su mujer Juana Salazar, quienes obsequiaron el solar para que se construya la nueva capilla, desmembrándola de su propiedad que estaba en el centro del poblado. Además mandaron limosnar una imagen del apóstol San Bartolomé con la ayuda de Bautista Cuamacás y su mujer Luisa Cuasquer, quienes regalaron al escultor veinte fanegas de trigo y diez de maíz, más cuatro candongas de plata de buena ley para trabajar la aureola del santo. Todo esto consta ante mi y por ello doy estricta fe de lo convenido» (28)

  1. Archivo de la Curia Diocesana de Quito, Informes de párrocos, 1869. Tomo III, folio 87.
  2. Ibíd. Libro de inventarios, archivo metropolitano, Diócesis de Ibarra, Tomo II. Cuadernillo 5
  3. Ibíd. Cuadernillo 10, folio 34.

Con seguridad el escultor no cumplió con su palabra, ya que para 1838 el cacique Manuel Néjer eleva una carta de queja al padre Frías en donde le pide que «exija al referido Luis Atuta del pueblo de San Antonio de Ibarra que entregue la imagen del santo Bartolomé o que en su defecto pague por los granos recibidos y devuelva las candongas de plata,,,» (29)

Posiblemente la intervención del citado clérigo dio resultados ya que para 1840 el obispo de Quito, autoriza «Establecer fiel y dignamente la festividad de San Bartolomé Apóstol en la capilla del pueblo de Mumiar para lo cual se cumplirán con los preceptos que manda y dispone la Sta. Madre Iglesia sobre el culto a los santos. Queda encargado el párroco del pueblo de Puntal, a cuya jurisdicción corresponde el citado anejo, para que se de honroso culto a tan celestial patrono y con su ayuda y protección los hijos de este lugar distante puedan disfrutar de paz y cristiana armonía….Quito, 15 de junio de 1840.(f) Luis Aguilar, Sctario de Pvia.» (30) Con esta aseveración, las fiestas propiamente dichas estarían cumpliendo 170 años de tan especial celebración.

En 1850, se hace un nuevo inventario de bienes y se hace constar lo siguiente:

«Anejo de Mumiar: Capilla pequeña, reconstruida hace pocos años. Tiene en su interior:

1.- Altar central de madera rústicamente tallado.

2.- Imagen de San Bartolomé Apóstol de vara y cuarta, esgrafiado, de buena pintura, bien conservado.

3.- Un pequeño cáliz de cobre y paramentos de altar

4.- Una imagen de la Virgen Inmaculada, en mal estado

5.- Un cuadro pequeño de San Francisco de Asís en buen estado

6.- Tres manteles de altar: uno en buen estado y los dos viejos e inservibles

7.- Tres candelabros de latón en regular estado» (31)

No tenemos otras noticias sobre la iglesia actual; sin embargo, para 1950 se hace constar que las fiestas de San Bartolomé se realizarán «en la nueva iglesia parroquial bien construida, de tapial fuerte, techo de teja y buena armazón, la misma que fue bendecida por el señor Obispo….» No cita que prelado bendijo el templo ni otro dato adicional. (32)

Es común que los llamados síndicos parroquiales hagan constar los datos sobre los gastos efectuados para la construcción de una obra religiosa; sin embargo, para el caso de Los Andes no hay dato alguno, ni en la curia y tampoco en el archivo parroquial del lugar.

Insistiendo en el hecho de que en el archivo parroquial de San Rafael de Bolívar, consta que la parroquia de San Pedro de Piquer como vice parroquia eclesiástica de Bolívar, con asiento cural en el antigua pueblo de Puntal, razón por la cual los servicios religiosos eran atendidos por el sacerdote que residía en Bolívar.

  1. Archivo de la Curia Diocesana de Quito, Parroquias de Ibarra, Tomo III, folio 123.
  2. Ibíd. folio 18, Tomo IV
  3. Ibíd. Inventarios 1850-1858. Folio 78
  4. Ibíd. Asuntos varios, Curia Diocesana Ibarra, Tomo III, folio 98

A partir de 1912, fecha en la cual la antigua parroquia de San Pedro de Piquer por el de Los Andes, se elevó también a la categoría de parroquia eclesiástica; sin embargo, cura propio tuvieron a partir de 1922 y fue el Padre Luis Alfonso Beltrán, oriundo de Atuntaqui.

Cuando el Papa Paulo VI creó la Diócesis de Tulcán el 17 de marzo de 1965 y designó a Mons. Luis Clemente de la Vega como primer obispo diocesano, estaba encargado de la parroquia de Los Andes el padre Luis Revelo, quien era coadjutor de San Rafael de Bolívar, luego el padre Rubén Darío Padilla y el padre Efraín Gavilanes, conforme rezan los libros parroquiales de Bolívar.

No será sino hasta 1975 cuando comienza a regularse la presencia de un sacerdote permanente en la parroquia de Los Andes.

Datos históricos generales:

Para 1883 habían las siguientes haciendas en lo que ahora es la parroquia de Los Andes

  1. Hacienda                                                                      Propietario

Chota Chiquito                                                                    Camilo Yépez Terán

Pambahacienda y Pisquercito                                                 Narcisa Sánchez

Mascarilla y Playa                                                                  Petrona Pérez

Pucará de Mumiar                                                                 Padres Dominicos

  1. Tambo                                                                     Dolores Calderón

San Carlos y Chabayán                                                          Modesto Grijalva

  1. Savilar                                                                      Camila Calderón
  2. Caldera                                                                    Nicolás Subiría

El Pedregal                                                                         Herederos familia Rosales

  1. Mascarilla                                                                 Petrona Pérez

Pusir y San Vicente                                                             Padres Dominicos

Tumbatú y Yascón                                                              Padres Dominicos

  1. Tutapiz                                                                    Modesto Grijalva

Santa Ana                                                                         Alejandro Chiriboga (33)

Instituciones educativas de la parroquia y sus comunidades

Cabecera parroquial:

Jardín de Infantes «Jaime Valencia»

Escuela «Pedro Fermín Cevallos»

Colegio nacional de Informática «Los Andes»

(33) Archivo histórico del Banco Central del Ecuador. Haciendas del norte del Ecuador, 1954

 

Comunidades

 

La Cangagua, escuela «Martín Puntal»

Cayalés, escuela «Luis Felipe Borja»

San Francisco de Villacis, escuela «Celia Navarrete»

Cunquer, escuela «Gonzalo Abad Grijalva»

El Izal, escuela «Ciudad de Tulcán»

Piquiucho, escuela «San Gabriel»

El Salto, escuela, «César Guerra Cazares»

La Piedra, “29 de Enero”

 

Himno de la Parroquia de Los Andes

 

Letra:Piedad Dávila de Herrera

 

Coro

 

Salve pueblo de Tusas herencia,

Juan Mumiar es tu nombre de origen

Los Andes cambio tu nombre aborigen

en un paso que dio tu existencia.

 

Estrofas

 

La virtud y el trabajo son lemas que

tus hijos repiten en coro,

el sudor de sus frentes,

emblemas que matizan tus campos en flor.

Adelante, ciudadanos ándenos

en conquista de una vida mejor,

de un retazo de vida sois dueños,

defended, cultivad con amor.

Heráldica del escudo Parroquial


 

El escudo tiene la forma de una estrella de cinco puntas que simboliza augurio de porvenir brillante.

Esta estrella consta de dos cuarteles: el superior con su fondo azul, representa la serena y límpida faz del cielo que cubre los prolíficos campos andinos. A la diestra del cuartel asoma la llamada Loma de Cabras, lugar de importancia histórica, en donde el 29 de mayo de 1896 se libró un reñido combate entre tropas conservadoras y liberales. En su parte alta como una estrella fulgente, está ubicada una pirámide blanca, la misma que nos recuerda la Misión Geodésica Francesa que trazó los mapas del Ecuador

En la base de la loma se extiende un sistema hidrográfico, teniendo como centro el pintoresco Valle del Chota.

El río principal del sistema lleva el mismo nombre y sirve de límite entre las provincias de Carchi e Imbabura, en el sector sur de la población.

El cuartel inferior, cuyo fondo amarillo formado por los rayos del sol, significa no solamente la riqueza, sino también mieses en sazón, poder y vida de sus habitantes

En el centro del cuartel se sitúa un libro abierto, simbolizando la ciencia y cultura de los pueblos a través de los tiempos.

Todo este conjunto, a su vez, está circundado por dos banderas de tres colores suspendidas de las armas del agricultor, con las que se taladran rocas, cortando caminos que dominan el abismo y rompiendo el aislamiento de los pueblos, que buscan nuevas rutas de superación.

Descripción de la bandera

 

 

 

 

 

 

 

Consta de tres franjas horizontales y dos estrellas: roja la superior, retazo del tricolor patria, esfuerzo y amor que anida en el corazón andeño por conquistar un porvenir mejor. La segunda franja, de color blanco, es la expresión noble, sincera, comprensiva y pacífica de los sentimientos de sus habitantes.

La tercera franja, de color verde, significa que en determinadas épocas, los campos se cubren de un tapiz de esmeralda, gracias al noble sacrificio de nuestros agricultores. Las dos estrellas significan las dos instituciones educacionales en donde se forjan las generaciones andeñas. (34)

(34) Piedad Dávila, Síntesis monográfica de Los Andes, En: revista Hacia la Cumbre, no. 1, p. 55

 

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